No puedo dejar de pensarte, no puedo dejar de sentirme así, no puedo dejar de amarte. No puedo parar de quererte. Sentí que había frenado esto, me sentí invencible cuando te dije NO; pero ¿por qué no puedo parar?. Tal vez es la ilusión que tuve, de que por una vez en mi vida iba a tener una historia de amor como en las películas que tanto odio (ahora entiendo más que nunca por qué las detesto), fue esa ilusión de encontrar un príncipe azul que dé todo por mi, aunque me había olvidado que, como dicen: "el príncipe azul se destiñe con el primer lavado". Tal vez dentro mío tengo una mínima esperanza de que vuelvas a mi, de que me pidas perdón y que me digas que siempre me amaste al igual que yo a vos. Esa esperanza me esta comiendo la cabeza, pero sé perfectamente que no va a suceder. Duele pensar que es el final, que REALMENTE esta vez NO hay retorno, que esta vez NO pienso caer con la misma piedra. Esta vez me cansé de tu insensibilidad, de tu frialdad, de tus mentiras, de tu idiotez, de nuestra historia de "amor". Prometí miles de veces que no iba a escribir ni dos palabras más sobre vos, pero como está dicho, no puedo olvidarte, por que estas siempre en mi cabeza; y es por eso que te odio cada vez más. Te odio por que haces que me acuerde de lo que eras cuando te conocí. Te odio por que haces que odie el momento que yo te dejé por otro. Te odio por que haces que me sienta una idiota. Y... te odio por que haces que te ame.
Agos Santillán.