Es en el silencio que escucho tu voz y siento tu presencia. Es el silencio el que me habla y me dice que estás y que siempre estarás
Que tal partida NO existe, sino que es tan solo un cambio de vestiduras, una transformación. Que es tan solo una prueba para creer más allá de los que mis sentidos puedan percibir, para ver sin mis ojos, escuchar sin mis oídos y sentir sin el cuerpo. Cuando el amor es grande, como lo es éste, NUNCA nos separamos. Un hilo de luz nos mantiene unidos, sujetados, conectados. Es ese amor incondicional el que nos dice que confiemos, que vivamos el ahora sin apegarnos al pasado. El amor nos dice que vivamos el ahora, sintiendo la eternidad; nos dice que en cada día hay un reencuentro, una comunión de almas. Sólo debemos prestar atención a las señales, a las conexiones. Todo lo que pasa en el Universo es magnífico, un misterio digno de ser vivido con intensidad. No necesitamos buscar tantas explicaciones, sino lanzarnos a la aventura, sabiendo, creyendo y confiando en el orden divino, entregados al amor.

Entonces, en el silencio escucho: Cuando veas mi sonrisa en la sonrisa de cada persona, cuando sientas mis caricias en cada abrazo, cuando veas mis ojos en cada mirada, cuando haya un corazón latiendo lleno de vida y sientas el mío, cuando sientas al viento y escuches mi voz, podrás comprobar que allí estoy y que siempre estaré. No me fui, nunca los dejaría.

Los amo eternamente.