Finalmente puedo desprenderme de aquel amor obsesivo, puedo ser yo, con mis metas, con mis principios y con mis ganas de ser. Nunca había tenido ganas de ser, todo siempre lo circundó. No puedo negar que las similitudes a veces me confunden. Muchas otras me pregunto qué sera de su vida. Me lo pregunto retóricamente, en realidad no quiero saberlo.