No me tengo que dejar encantar por la serpiente, ni dejarme hipnotizar por sus palabras urgentes. Y tengo que repetir mientras lo miro a los ojos, que no me va a persuadir, hoy no quedaré a su antojo. Es difícil escapar de su lengua hechizada que promete la mitad y después no te da NADA, porque no siente piedad cuando tiene un objetivo y hoy lo pienso desafiar aunque me sienta perdida.