"Logró que tiemble cada vez que lo veo, que me quede mirando la pantalla como una nena de doce años ante su primer amor, logró que nazca de mi una sonrisa que nunca había visto nadie. Logró que aprenda que mil trescientos kilómetros no son grandes distancias si se siente amor por la otra persona. Gracias, por que llenaste mi alma de felicidad, de esa, que hace rato no tenía. Gracias por enamorarme, y ser el hombre que tanto anhelaba. Y gracias, por que con esa sonrisa, aprendí que no necesito nada más."
¿Puedo volver a eso? Te juro que extraño el sentimiento mutuo que sentíamos, o sentimos, ya no sé. Extraño sentirme en el cielo viendo tu sonrisa. Te extraño, te necesito.