“Siento como una gran nube negra que me cubre. Siento
que no siento nada. Veo la vida que se mueve frente a mis ojos. Oigo
ruidos, voces, siento olores. Pero es como si hubiera un muro entre
el mundo y yo. Sentirte vacío no es no sentir nada. Es sentir eso, sentir
el vacío. Sentir ese agujero en el pecho que te absorbe, como una
aspiradora, es como una profunda tristeza en un mundo feliz, es frio
en un verano ardiente. El vacío es llorar mientras todos ríen. Es
llorar pero sin saber por qué. Es no esperar nada, es saber que no podes
buscar, es estar solo en compañía, es peor que no tener respuestas, es
no tener preguntas. No hay sentido, no hay nada, solo hay todo lo que
falta. Sentirte vacío es tener la certeza de que no habrá nada que lo
llene. Mi mente se va vaciando, llenando de nada. El vacío es oscuro
y frio. El vacío está hecho de todo eso que no sos vos. Es dormir sin
soñar. Es vivir sin soñar. Es amar sin sentir. Es soñar sin
sentir. ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿A dónde voy? ¿Por qué siento este
frio, más frio del que nunca sentí en toda la vida?”