¿Tengo que aclarar que me derrito cada vez que te veo jugar con mis sobrinos? ♥
A cuatro días de la marcha #niunamenos, ayer domingo quisieron secuestrar a mi amiga en la puerta de la casa. Un hombre vestido de policía en una moto, la vió llegar, le cruzó la moto en el camino, ella corrió a la reja de la casa, se agarró fuerte mientras él la agarraba y tironeaba. Ella gritó con todas sus fuerzas llamando a su papá que estaba adentro de la casa, salieron sus padres y los vecinos, y esta basura humana logró escapar. Llamaron a la policía, pero como era de esperarse, ellos no dieron la cara. Hoy mi amiga sigue shockeada, pensando en que le pudo pasar lo peor. No pudo dormir, le dieron calmantes, se durmió y lloró dormida, su subconsciente seguía aterrorizado. Despertó sin querer ir a trabajar, pidiendole a su papá y a su hermano que se queden con ella porque este hijo de puta ya sabe donde vive. No quiere salir de la casa, no quiere ir a trabajar, quiere estar encerrada por el miedo que tiene.
No podemos vivir más en un país así, temiendo salir de nuestros hogares, sabiendo que te puede pasar lo peor si salis. No podemos vivir aterrorizadas. Hoy le pasó a ella, mañana a cualquiera. Uno nunca presta atención hasta cuando le pasa a alguien cercano.
Hoy tengo que dar gracias a que fue una "desgracia con suerte". Que loco, no? Hasta donde llegamos. Agradecemos las desgracias "con suerte". Como sea, hoy agradezco que tuvo un ángel que la cuidó y no dejó que nada le pase. Agradezco que, con miedo, con terror, pero ella sigue con nosotras.
BASTA! Basta de tanta maldad.
Amiga, te amamos, siempre vamos a estar juntas.
#NiUnaMenos!!!
"Porque soy mujer, porque soy tu hija,
porque soy tu mamá, tu abuela, tu hermana. Porque soy Ángeles,
Candela, Melina, Chiara, Lola, sintiendo el dolor cuando les quitaban
la vida. Porque soy el miedo en persona, porque soy la paranoia.
Porque no quiero salir a la calle con temor a no volver a mi casa.
Porque no quiero subirme al colectivo con miedo a que me droguen con
burundanga. Porque no quiero hablar con alguien temiendo a un
secuestro, una violación, una golpiza. Porque quiero salir a buscar
trabajo tranquila, porque quiero conocer gente sin máscaras
preguntándome quién podrá ser de verdad, si será un futuro amigo
o una futura tumba. Porque deseo salir a caminar y no tenerle miedo a
personas buenas temiendo lo peor.
Porque yo también las
pasé. Porque a mi también me agredieron y me callé. Porque a mi
también me manosearon en vía pública y salieron corriendo. Porque
a mi también me gritan asquerosidades en la calle sin importarles si
estoy sola, si estoy con mi papá, con mi mamá o agarrada de la mano
de mi novio. Porque a mi también me miran el cuerpo sin pensar en la
vergüenza que me da. Porque yo también me cruzo de vereda cada vez
que veo un grupo de hombres mirándome. Porque yo también me visto
con ropa corta, aunque te pongas lo que te pongas, para ellos es lo
mismo. Si me visto con ropa corta, soy puta y me gano una violación.
Si me visto con ropa suelta, doy a la imaginación y me gano una
violación. Si salgo de noche, me gano una violación. Si salgo de
día, me gano una violación.
Nos seguimos preguntando qué tan
corta era la pollera de Melina, qué clase de puta era Chiara para
quedar embarazada a los catorce años, qué hacía Ángeles volviendo
sola a casa de gimnasia... Nunca nos preguntamos por qué pensamos
como pensamos. Si lo más fácil es acusarnos de putas, como si fuese
una razón para que nos peguen, nos violen, nos maten.
Soy mujer,
soy estudiante, soy trabajadora, salgo con amigos, voy a la casa de
mi novio, voy a visitar a mis parientes. Me tengo que vestir con ropa
suelta, no tan llamativa (me tengo que vestir para no ser violada, no
como me gusta), tengo que atar mi pelo (ya me lo quisieron robar, o
eso quise creer yo cuando me corrieron dos mujeres de noche en plena
plaza de Once queriéndome agarrar. Tengo que esconder mi pelo porque
es una manera fácil de agarrarme), tengo que maquillarme poco. Tengo
que ir con gas pimiento en una mano, y las llaves como arma en la
otra. Tengo que correrme si se me junta gente al rededor para cruzar
la calle, tengo que caminar rápido mirándo todo a mi al rededor,
rezar cuando un hombre pasa por al lado mirándome. No puedo ayudar a
nadie en la calle si se cae, ni siquiera frenar a contestar si
alguien me pregunta dónde queda tal calle. En el tren, me apoyo
contra la pared, para que la pared sea lo único que sienta
apoyándome. En el colectivo igual. Soy bailarina, tomo clases,
estudio y ensayo... Tengo que acomodarme los horarios para no tener
que andar sola de noche (y los bailarines sabemos que es casi
imposible ya que el 80% de las clases se dictan de noche, y se vuelve
algo lógico que tenga que andar de noche). Como cosas a cualquier
hora, cuando tengo hambre: no puedo comer una banana, una manzana o
tomar helado en paz por la calle, que ya me gritan que soy una puta y
quieren que les haga lo mismo que a la fruta pero con su miembro.
Hasta que no llego a mi casa, no estoy en paz, pero ahí me ataca el
miedo a las redes sociales, a secuestros virtuales.
No estamos en
paz, ni un segundo. Hoy decimos BASTA! Por que queremos ser libres,
salir a la calle sin miedo, queremos dejar de temerles a las personas
inocentes pensando lo peor. Queremos vestir lo que queramos. Y sobre
todo, queremos que cambie la sociedad y que la gente deje de culpar a
las mujeres por ganarse una golpiza, violación, y muerte.
Nadie
esta habilitado a hacerlo, no tenemos un cartel de "soy puta",
"soy fea, violame que es la única forma que me toquen",
"golpeame que me lo merezco por vestirme así". NO! BASTA!
BASTA DE SALIR CON MIEDO" BASTA DE MALDAD.
Cito una frase de
Mafalda (Quino): "El problema es que en este mundo hay cada vez
más gente y menos personas".
Cambiemos la sociedad para
empezar a vivir mejor.
Hoy 3 de junio, apoyo desde mi casa, desde
mi lugar, queriendo estar en la marcha pero no puedo.
Hoy y
siempre apoyando a #niunamenos.
QUEREMOS VIVIR!"
Agos Santillán.
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