Preguntame cómo estoy, preguntame cómo me siento, si me puse
medias, si estoy abrigada. Haceme un te de jenjibre y miel, haceme esos
remedios caseros tuyos. Veni a taparme cuando estoy acostada, veni a abrigarme.
Decime que me suene la nariz con pañuelitos, que con las servilletas se me
paspa la nariz. Decime qué tengo que tomar para que el resfrío se me pase.
Haceme una comida caliente, dame un mate amargo con esa yerba fea que te
gustaba. Quejate de que te saqué las pantuflas, retame por salir de la cama.
Dale, te espero...
No hubiese creído nunca que hasta un resfriado sin vos iba a ser tan distinto.
Ahora me doy cuenta el valor que tenían tus cuidados cuando me enfermaba. Ahora
que, enferma y todo, tuve que salir e ir al médico sola, tuve que salir a
comprar, hacerme la comida, hacerme un te, abrigarme de más sin que nadie me lo
diga. Ahora me doy cuenta, que el amor y cuidados de una madre, no se reemplaza
por nada. Te extraño.