No sé si existo o soy un ser inerte, si he de desfallecer o tengo que hacerme más fuerte. No sé de dónde vengo ni tampoco a dónde voy. Yo solo sé que no sé quien soy. Me siento triste y no tengo nada claro. Siento un gran desamparo porque mi alma está en paro. No me conozco y no sé para qué vivo. Invisible en un camino en el que siempre estoy perdida. No queda nada o queda todo, no sé y ¡qué me importa!. Pese a todo pequé y me pesa esta vida corta, aportando mas pena, la pena que ya sentí. Suelo firme es la arena donde yo un día me hundí, donde descubrí que la magia NO EXISTE. Aferrada a mi misma cada día estoy más triste. No se dónde ando, caminando entre personas, avanzando sin sentido en un mundo de coronas donde no me encuentro y todo son problemas, donde el sufrimiento vence a todo lo demás. Afilo mis pezuñas, solo somos animales dependiendo de un cerebro que nos hace subnormales. Harta de putos colegas y de zorras que son falsas. Me acuesto en mi rencor con mi alma que esta descalza. Quiero crear un camino que no lleve a ningún lado, ser libre de una vez, en vez de estar siempre atada. De las alegrías nacen ilusiones que al fin y al cabo siempre terminan en canciones. Canciones que son tristes y recuerdan soledad, canciones de este corazón que solo pide libertad. Yo no sé quien soy y me vuelvo a morir, eso básicamente es lo que yo llamo vivir: sentir en mi un sinfín de finales, la última de la fila al filo de jodidos planes. He tirado a la basura las sonrisas escritas, esos días en que la brisa de tu risa era infinita. Sigo sin encontrarme donde estoy hoy por hoy. mi alma ausente sigue sin saber quién soy.