Ya no importa cada noche que esperé,
cada calle o laberinto que crucé,
porque el cielo ha conspirado a mi favor,
y a un segundo de rendirme te encontré.
Piel con piel, el corazón se me desarma,
me haces bien,
y enciendes luces en mi alma.
El pasado es un mal sueño que acabó,
un incendio que en tus brazos se apagó.
Cuando estaba a medio paso de caer,
mis silencios se encontraron con tu voz
.
Creo en ti y en este amor, que me ha vuelto indestructible,
que detuvo mi caída libre.
Creo en ti, y mi dolor, se quedó kilómetros atrás.
Mis fantasmas hoy por fin están en paz