Hoy vengo, muchachos, a contarles todo, todo eso que ustedes querían saber. Es cierto, muchachos, que vivo amargado, que tengo una pena que siempre negué. Hace mucho tiempo yo tuve en mis brazos la piba más linda, un sueño de amor, pensando que un día podía olvidarla me fui de su lado, sin tener razón. No habrá otra como ella, si la pudiera olvidar, es inútil, me doy cuenta: ¡No! No habrá otra como ella, es la única verdad. Ahora conocen, muchachos, mi angustia, es esa la causa de mi soledad, ya no soportaba llevar esta carga, vengo a desahogarme, quisiera llorar. Hoy busco en mil bocas poder olvidarla y vivo mil noches, borracho de amor.