Puchuni de la tía ♥

Hola, soy porotito, Puchuni como me dice la tía, Bastian o Alma como me dicen mis papis. Todavía no sé qué soy, si soy nena, si soy nene. Cuando mamá se enteró que estaba en la panza, gritó y lloró, asustada y feliz. Cuando papá se enteró, gritó, sonrío de felicidad. Cuando la tía supo, le agarró un mini infarto de felicidad. Cuando el abuelo se enteró, no entendía nada pero se puso feliz. Y escuché una vocecita por ahí, diciendo ser mi abuela, que me dijo que alguien me mandó a esta panza en la que estoy por que estaban algo tristes, no sé por qué, creo que algún día voy a saber, ahora no entiendo mucho por que soy muy chiquito. También me dijo que, yo llegaba para poner un poco la casa patas arriba, me dijo que haga lío pero que me porte bien, que aprenda a caminar pero que no raye los muebles, que no me ponga nada raro en la boca y que mis papis me abriguen si hace frío. Dice que ella no va a estar para darme la mema, ni para hacerme dormir en sus brazos, ni siquiera para darme el chupete cuando llore, ni va a estar salvandome cuando mis papás me reten; pero que va a estar más cerca de lo que yo pienso, siempre cuidandome a cada pasito que dé. Todavía no entiendo qué me quiso decir.
Acá estoy, según el señor vestido de blanco en el hospital, tengo tres meses, me estoy formando. No tengo bracitos ni piernas todavía, como me dicen las amigas de mamá, soy un porotito. No entiendo. Yo pensé que era una personita.
Como veran, no entiendo mucho todavía, ni siquiera sé si soy un poroto, una nena, un nene o un Puchuni como dice la tía cada vez que ve la panza de mami. Pero se que desde que se enteraron que estoy, no paran de contar los días para que salga.
Comprenme ropita, esperenme con la cuna, que cuando crezcan los primeros rayos del sol veraniego y llegue el calorcito, voy a salir. Así, en verano como la abuela, para que en mi cumpleaños también se arme la guerra de espuma.
Ya salgo. Esperenme. Los quiero!