Alma de Loca - Roberto Goyeneche.

Milonguera, bullanguera, que la va de alma de loca,
la que con su risa alegre, despertás al cabaret,
la que lleva la alegría en los ojos y en la boca,
la que siempre fue la reina de la farra y del placer.
Todo el mundo te conoce de alocada y jaranera,
todo el mundo dudaría lo que yo puedo jurar:
que te he visto la otra noche parada ante una vidriera
contemplando a una muñeca con deseos de llorar.

Te pregunté qué tenías y me respondiste: "nada".
adiviniando que al verte tan cambiada
que era tu intento ocultarme la verdad.
La sonrisa que tus labios dibujaban quedó helada
y una imprevista lágrima turbada
como una perla de tus ojos fue a rodar.


Quién creyera, milonguera, vos que siempre te reíste,
Vos que siempre te burlaste de la pena y del dolor,
ibas a mostrar la hilacha poniéndote seria y triste
por una pobre muñeca modestita, y sin valor.

Yo te guardaré el secreto, no te aflijas, milonguita,
por mí nunca sabrá nadie que has dejado de reír,
y no vuelvas a mirar a esa pobre muñequita
que te recuerda una vida que ya no podrás vivir.

Ríe siempre, milonguera, bullanguera, casquivana
para qué quieres amargar la vida
pensando en esas cosas que no pueden ser.
Corre un velo a tu pasado, sé milonga, sé mundana,
para que así los hombres no descubran
tus amarguras, tus tristezas de mujer.