Ese maldito estereotipo de mujer.

Ayer, en una de esas pocas veces que miro la tele, vi un comercial indignante. Un comercial en el que una mujer estaba "poseída" frente a una computadora comprando zapatos online, diciendo que eso era lo único que necesitaba; y frente a ella un cura haciendo un exorcismo junto con el marido de la mujer. Ahora digo, en serio gente? Me estan cargando? Qué clase de imágen le da ese comercial al resto de las mujeres?. El mundo se convirtió en un mundo machista, en el que las mujeres somos la misma clase de estereotipo, esas personas que mueren por ir de shopping, esas que necesitan vestirse a la moda, esas locas histéricas que si no tienen la cartera de "Tropea" o de "Prüne" no viven felices, esas que se tienen que bañar en cremas para que no se le vean las patas de gallo, esas que se tiñen para aparentar más jovenes, esas que se pasan horas mirando Jorge Rial y comentan con sus amigas el último escándalo de Victoria Xipolitakis (o como se escriba)... En serio, cómo quieren que las nenas de hoy en día crezcan en un mundo donde las mujeres somos vistas como una manada de seres humanos sin cerebro? Estoy haciendo esta nota, porque en mi larga o corta vida, como se vea, nunca fui parte de este estereotipo, sólo en esa época de la pubertad, donde necesitas verte bien (o que te vean bien) porque crees que esa es la "salida a tu oscuridad"... Claro, porque todas las adolescentes entre 12 a 15 años creen que viven en un pozo oscuro y que salen a la luz si sólo son aceptadas por el resto de las personas. En fin, sin contar esa fase de mi vida que duró tres años, siempre fui diferente a este grupo de mujeres. Normalmente, cuando tenes entre 3 a 8 años, tu modelo a seguir es tu mamá y te querés vestir como ella, aparentando madurez, poniendote tacos, maquillándote y salir a comprar con bebotes o carteras... Bueno, en esos años, yo jugaba a la pelota, me tiraba al piso, me metía en el barro, jugaba a los Power Ranger, me creía Tomb Raider, y dejenme decirles, que no tengo recuerdos de haberme puesto un vestido de princesas nunca en mi vida. Las películas de Disney eran odiadas por mi, pero podía ver miles de veces Karate Kid sin cansarme (lo sigo haciendo). Con esto me refiero, a que, las mujeres podemos ser vistas como una gran masa de huecas compradoras compulsivas, pero no todas somos así. Algunas lo marcamos desde que nacemos, algunas nacen con una Master Card en la mano.
Hombres, mujeres, personas del planeta, gran mundo machista, quiero decirles que todavía existimos esas mujeres que odian ir de compras, que odian ir al shopping, que no miran veinte horas una vidriera, que la ropa de un local no las llama diciendo "comprame". Esas mujeres que preferimos abrir un libro de 500 hojas antes que apretar el botón de "ON" en la tele; que preferimos correr atrás de una pelota para sólo divertirnos y ensuciarnos cuando nos caemos (aunque, particularmente, no entiendo nada de deportes); que no sabemos qué color ni qué zapatos es el "último grito de la moda". Esas mujeres que necesitan nutrirse el cerebro con Discovery Channel o documentales extensos, esas mujeres que quiere aprender cómo se cambia un enchufe o cómo se cambia una rueda del auto. Esas mujeres que intentamos no joder a los hombres si dejan la tapa del inodoro arriba, o si dejan tirada la ropa por la casa. Todavia existimos las mujeres que abren el placard y no dicen la famosa frase "no tengo qué ponerme"; esas que no le preguntan a todos si "estamos lindas" por lo que tenemos puesto, porque siemplemente nos importa un cuerno!
O por lo menos todavía existo yo, un espécimen humano femenino que prefiere mil veces ser diferente a todas las mujeres y no ser vista como "una tarada más del montón".